Cerca del 40% de los pacientes españoles con migraña crónica tiene miedo a perder su puesto de trabajo como consecuencia de esta enfermedad; incluso, hasta un 17% asegura que alguna vez lo ha perdido, según datos de un estudio realizado por Allergan en varios países europeos. “Los síntomas, la duración y la recurrencia de las cefaleas severas pueden tener graves repercusiones en la productividad de los trabajadores y el absentismo laboral, aumentando también las probabilidades de que ocurra un accidente laboral”, explica la Dra. Teófila Vicente, coordinadora del Grupo de Trabajo de Neurología de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo.

Por ello, en el marco del Día Internacional de Acción contra la Migraña celebrado en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (12 septiembre), se ha presentado la primera herramienta que valorará el impacto de las cefaleas en el trabajo, los factores de riesgo laborales que influyen en su aparición y permitirá determinar de forma objetiva la compatibilidad de las cefaleas y sus respectivas terapias con las funciones que desempeña el trabajador.

Este software es pionero en todo el mundo y ha sido desarrollado por el Grupo de Trabajo sobre cefaleas en el ámbito laboral de la Comunidad Valenciana, la Agencia Valenciana de Salud (Consellería de Sanidad), gracias al impulso de la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (AEPAC), la European Headache Alliance (EHA), y la colaboración de Allergan.

Las cefaleas son el quinto problema de salud que las personas sufren en su puesto de trabajo

En muchos puestos de trabajo existen factores de riesgo capaces de desencadenar una cefalea o agravar la ya existente; en concreto, las cefaleas son el quinto problema de salud que sufren los trabajadores. Especialmente, la migraña interfiere en mayor grado con el normal desempeño de la actividad laboral y a menudo implica más riesgo de accidentes y costes, sin olvidar que la sobremedicación -muy frecuente en estas patologías- aumenta la fatiga, los trastornos del sueño o la dificultad para la concentración. “Por primera vez esta nueva herramienta valorará todos estos aspectos: las condiciones personales del trabajador, su sintomatología, las exigencias y riesgos del puesto de trabajo, la efectividad y efectos adversos de las terapias que está recibiendo, así como otras patologías que pudiera padecer”, explica el Dr. Valentín Esteban, jefe de Servicio de la Dirección General de Salud Pública de la Agencia Valenciana de Salud y coordinador del Grupo de Trabajo.

“El resultado final será sobre la aptitud o compatibilidad de la persona trabajadora y el puesto de trabajo que ocupa y, cuando sea necesario, se darán una serie de recomendaciones, tales como la necesidad de cambiar el tratamiento, la mejora de las condiciones laborales que rodean al trabajador e incluso el requerimiento de cambio de puesto de trabajo, puntos que el médico comunicará directamente al trabajador y éste al empresario a través del servicio de prevención de la empresa, con el fin de que se tomen medidas preventivas para reducir el absentismo, los casos de siniestralidad y los costes sanitarios”, afirma el Dr. Esteban.

Por su parte, la Dra. Vicente recuerda que existen determinados puestos de trabajo con riesgos concretos que pueden aumentar el daño en pacientes con migraña. “Aquellos que exigen la manipulación de cargas, la exposición a agentes tóxicos y plaguicidas, vibraciones, ruidos, cambios de presión o temperaturas extremas, las conducciones prolongadas de vehículos, el manejo de maquinaria peligrosa y los trabajos con rotación frecuente de turnos”, señala.

El 39% de los pacientes admite que la migraña crónica le impide mantener su trabajo

La migraña crónica es una enfermedad discapacitante que se caracteriza por la aparición de cefaleas durante 15 días o más al mes, de los que al menos 8 son migraña. Afecta al 2,3% de la población y es más frecuente entre las mujeres de edad media. Los pacientes con migraña crónica sufren dolor crónico, ansiedad o depresión con una frecuencia 2-3 veces superior a la migraña episódica, al mismo tiempo que la migraña crónica provoca una disminución de la productividad personal y laboral de cuatro a seis veces mayor.

Según el estudio realizado por Allergan, el 39% de los pacientes confiesa que la migraña crónica le impide conservar su trabajo y uno de cada cuatro asegura que su enfermedad influye en las posibilidades de recibir un ascenso. “Tiene un impacto enorme en el ámbito profesional, de tal forma que yo he vivido siempre preocupada por si me despedían”, explica Elena Ruiz de la Torre, presidenta de AEPAC.  “Cuando tenía 35 años tuve una crisis de migraña justo el día que me hacían una entrevista final de trabajo; no pude acudir y nunca me dieron otra oportunidad, lo que condicionó el resto de mi vida”, revela.

Asimismo, del estudio se extrae que el 25% de los trabajadores con migraña crónica señala que no recibe apoyo por parte de sus compañeros. “Creen que es un simple dolor de cabeza y no saben que la migraña suele incluir vómitos, hipersensibilidad a la luz y al ruido, vértigos y hasta una afectación temporal de brazos y piernas”, explica Ruiz de la Torre. Por ello, concluye, “esta nueva herramienta será fundamental para que responsables de empresas y compañeros entiendan que, en determinadas ocasiones, los trabajadores con migraña necesitan cambios adaptativos o restrictivos de trabajo para evitar posibles accidentes y lograr una mayor calidad de vida”.

Metodología del estudio realizado por Allergan

El contenido del cuestionario fue diseñado tras un estudio y análisis interno realizado por especialistas de Allergan. La obtención de datos se realizó de forma online a través de un trabajo de campo llevado a cabo por paneles de investigación profesionales dirigidos a consumidores. En Reino Unido, este trabajo de campo se llevó a cabo en 2013 del 26 de abril al 18 de junio, mientras que en Alemania, Italia y España tuvo lugar del 22 de mayo al 18 de junio. En la muestra participaron pacientes con migraña crónica y personas con otro tipo de cefaleas, en total 617 (en España, 149). Todos los pacientes tenían edades comprendidas entre los 20 y los 60 años, cumplían los criterios de migraña crónica y cefalea, y estaban excluidas aquellas personas que trabajaban en profesiones relacionadas (farmacéuticos, agencias de comunicación…).

Fuente: Ketchum Pleon