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Enfermedad cardiovascular y cáncer de próstata

VADEMECUM - 07/04/2015  CONGRESOS / FORMACIÓN

Según los expertos reunidos en el Congreso Europeo de Urología (EAU 15) que se acaba de celebrar en Madrid: Un antagonista de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) presenta una reducción relativa del 50% en el riesgo de fallo cardíaco y muerte en hombres con enfermedad cardiovascular preexistente en comparación con la terapia estándar

Los expertos reunidos en el 30 Congreso de la Asociación Europea de Urología, han revisado los datos de un estudio, realizado en un grupo de análisis de 2.328 hombres con cáncer de próstata incluidos en seis ensayos clínicos aleatorizados, que señala una reducción relativa del 50% en fallos cardíacos en enfermos de cáncer de próstata con enfermedades cardiovasculares preexistentes, al recibir tratamiento con un antagonista de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) (degarelix), en comparación con el tratamiento prescrito de manera habitual de agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH).


Recientes estudios indican que las enfermedades cardiovasculares están entre las causas de muerte prematura más comunes en hombres con cáncer de próstata avanzado, y no el cáncer propiamente dicho, es por ello que los urólogos deben tener en cuenta el riesgo cardiovascular de sus pacientes al seleccionar las opciones de tratamiento sobre todo en el caso de enfermedad cardiovascular previa, concluyen los especialistas.

 Ø  Cáncer de próstata

El cáncer de próstata es la forma más común de cáncer masculino en el mundo occidental y la segunda causa de muerte por cáncer en hombres en algunos países. Cada año se realizan en nuestro país entre 22.000 y 24.000 nuevos diagnósticos de cáncer de próstata; en Europa se diagnostican unos 240.000 casos nuevos cada año, con datos similares en EEUU, lo que sugiere que en todo el mundo entre 1.000.000 y 1.070.000 hombres serán diagnosticados con la enfermedad.


Hasta el 40% de los hombres a los que se les diagnostica cáncer de próstata acabarán desarrollando la enfermedad avanzada, y aunque la mayoría responde a la castración médica o quirúrgica inicial, es inevitable la progresión hasta el cáncer de próstata hormono-resistente en el que la supervivencia media de los pacientes es de dos a tres años.


Para el Dr. Rodríguez Antolín, Adjunto del Servicio de Urología del Hospital 12 de octubre y Vicepresidente de la Asociación Española de Urología, “el cáncer de próstata es la segunda causa de mortalidad oncológica en el varón después del de pulmón que es actualmente el tumor más letal. Es una enfermedad con un buen pronóstico, teniendo en cuenta que 9 de cada 10 nuevos casos se diagnostican en una fase localizada y son potencialmente curables, aunque no debe olvidarse que se trata de una neoplasia con elevada mortalidad. El paciente será expuesto a una serie de alternativas terapéuticas que incluye cirugía y radioterapia; hay determinados casos de vigilancia activa que es cuando se sospecha que el potencial de agresividad del tumor es bajo y basta con un seguimiento susceptible de ser tratado si hay progresión de enfermedad. Las perspectivas en este caso son bastante buenas en comparación con otros canceres”.


Un 5% de los casos en España se diagnostican en una fase metastásica y a partir de ese momento la supervivencia a 5 años es menor pudiendo rondar un 40%. En este estadio el tratamiento suele ser la hormonoterapia, con privación de testosterona, siendo un tratamiento excelente aunque no curativo. La hormonoterapia mantiene a la enfermedad en reposo celular hasta que el paciente, alrededor de los dos años, deja de responder pues una serie de líneas celulares dejan de hacerlo, es lo que los expertos conocen como “resistencia a castración”. En España la edad de aparición de este tipo de cánceres avanzados supera los 65 años. Cuando se habla de enfermedad avanzada, en los pacientes jóvenes la causa de muerte suele ser el propio cáncer, pero en los pacientes mayores de 75 años el cáncer será sobrepasado por eventos cardiovasculares y el propio cáncer pasará a ser la segunda causa de mortalidad.


Ø  Terapias contra el cáncer de próstata

El cáncer de próstata depende de la testosterona, la hormona masculina por excelencia,  para su crecimiento, por lo que el objetivo de la terapia es reducir rápidamente los niveles de testosterona para ralentizar el crecimiento de las células cancerígenas. Las terapias de deprivación androgénica juegan un rol muy importante en el tratamiento de hombres con cáncer de próstata.


La supresión de testosterona y su derivado principal, la dihidrotestosterona, está sujeta a cierto tipo de alteraciones colaterales: el paciente gana algo de peso, suben los lípidos, el colesterol, los triglicéridos, gana tejido adiposo, se hace resistente a la insulina o padece hiperglucemia como alteraciones metabólicas; también sucede una pérdida de densidad ósea, osteoporosis, son efectos conocidos que se producen por la pérdida de la función sexual hormonal masculina, que pueden inducir a mayor riesgo cardiovascular.

 

El uso cada vez más extendido y por periodos de tiempo más largos de estas terapias, lleva a los expertos a analizar la forma de ayudar a sus pacientes más allá del propio tratamiento del cáncer. La salud cardiovascular de los pacientes de terapias de deprivación androgénica, en especial aquellos con enfermedades cardiovasculares preexistentes, es uno de los puntos clave en el abordaje de la enfermedad pues el eje actual de tratamiento pasa por la privación de testosterona y no hay posibilidad de cambio.


Se sabe que hay algunos fármacos que pueden incrementar el riesgo cardiovascular, “está demostrado que en general, el hecho de suprimir la testosterona a un varón se asocia con ciertas alteraciones cardiovasculares, pero hay muchos de los casos en los que el paciente ya tenía una enfermedad cardiovascular previa”, indica el Dr. Rodríguez Antolín, y continúa “según se ha demostrado en los 6 ensayos clínicos con más de dos mil pacientes, degarelix puede ser un fármaco interesante en la reducción de esos eventos cardiovasculares, es un antagonista de la hormona GnRH y la incidencia cardiovascular en estudios, comparado con el estándar de tratamiento que es el análogo, da menor riesgo de esos eventos cardiovasculares; son estudios que hay que mirar con cautela pero sí que parece en los resultados iniciales que hay una reducción relativa del riesgo de padecer un evento cardiovascular de hasta casi el 50%”.


Degarelix recibió la aprobación como tratamiento para el cáncer de próstata hormono-dependiente avanzado tanto en la UE como en EEUU en 2009. Hoy en día está disponible en alrededor de 40 países en todo el mundo; se espera que en España esté disponible a partir del mes de junio.

Fuente: Kos Comunicación 

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Cáncer de próstata
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