La complejidad de las manifestaciones clínicas de las enfermedades neuromusculares ocasiona que en algunos casos, los pacientes no se diagnostiquen hasta mucho tiempo después de la aparición de los primeros síntomas. En este contexto, la electromiografía se perfila como una técnica sumamente útil para el diagnóstico precoz de este tipo de enfermedades

Por esta razón, la compañía biomédica Pfizer y la Fundación Genzyme han colaborado en el patrocinio de la XVIII edición del curso ‘Electromiografía Básica para neurólogos’, que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y a través del cual ya se han formado más de 700 especialistas en esta técnica, a la que no se dedica el tiempo suficiente en la formación especializada como para llegar a dominarla.

Sin embargo, el conocimiento de esta técnica que sirve para evaluar y registrar la actividad eléctrica generada en el músculo esquelético y nervio periférico, aporta información de gran utilidad en el estudio de determinadas enfermedades, como pueden ser la Enfermedad de Andrade o la Enfermedad de Pompe.

Según explica el doctor Julio Pardo del Hospital Clínico de Santiago de Compostela y miembro del Comité Científico del curso, “La electromiografía es una técnica relativamente sencilla y accesible para todos los pacientes, que nos permite conocer la afectación de las funciones sensitiva y motora, porque aporta información sobre la situación en la que se encuentran los nervios periféricos y el músculo”.

Por lo tanto, se trata de una técnica fundamental para determinar el diagnóstico de una enfermedad neuromuscular, diferenciar el tipo de trastorno y conocer el grado de afectación de los axones o en la mielina de los nervios. La electromiografía se utiliza tanto en enfermedades frecuentes (síndrome del túnel del carpo o radiculopatías), como en trastornos de menor prevalencia como la Enfermedad de Andrade, la Enfermedad de Pompe, la Esclerosis Lateral Amiotrófica o la Miastenia Gravis.

Formación durante el curso

A través de este curso se pretende ofrecer a los neurólogos jóvenes una formación acreditada por la Comisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud que les resulte de utilidad en la práctica clínica diaria.

En un primer módulo, la formación se basa en la adquisición de los conocimientos relacionados con las técnicas básicas y los conceptos electrofisiológicos, el análisis de la actividad muscular espontánea y voluntaria y la estimulación magnética transcraneal. Posteriormente se aborda la aplicación de la electromiografía en el diagnóstico de enfermedades de motoneurona, nervio periférico, unión neuromuscular y enfermedades musculares.

Respecto al programa del curso, el doctor Pardo señala “Si bien es necesario que el alumno conozca cuestiones teóricas básicas, este curso está planteado para adquirir las destrezas y habilidades prácticas que necesitamos los neurólogos para la realización de esta prueba por lo que, tras cada módulo teórico, se realiza una sesión práctica y además se discuten casos clínicos de referencia para los asistentes”.

El Comité Científico del curso está formado por el doctor Eduardo Gutiérrez-Rivas de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, la doctora María Dolores Jiménez Hernández del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, el doctor Julio Pardo Fernández del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y el doctor Manuel Romero Acebal del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.

Fuente: Weber Shandwick