Más allá de la propia patología en sí misma y del impacto que ésta tiene en la calidad de vida del paciente, la Disfunción Eréctil es, en algunos casos, un factor de riesgo vascular, pudiendo ser considerada como un signo primario de posibles alteraciones cardiovasculares y cerebrovasculares y es de gran importancia su diagnóstico, dada la ausencia de sintomatología específica en ciertas patologías tales como la Disfunción Endotelial.

Esta ha sido una de las principales conclusiones de la mesa redonda ‘Disfunción Eréctil y Disfunción Endotelial’, celebrada en el marco del 26º Congreso de la Sociedad Andaluza de Hipertensión Arterial y Riesgo Cardiovascular (SAHTA) y moderada por el Dr. José Manuel López Chozas, especialista en Medicina Interna en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Así, tal y como han indicado los expertos reunidos en este encuentro, el diagnóstico de la Disfunción Eréctil es clave en la detección precoz de enfermedad vascular grave. En este sentido, es importante tener en cuenta que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de defunción en España, responsables de tres de cada 10 muertes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, tal y como expusieron los expertos reunidos en este encuentro, “diversos estudios epidemiológicos demuestran que la prevalencia de Disfunción Eréctil es superior en aquellos pacientes con patología cardiovascular, Diabetes Mellitus, dislipemia, obesidad, e hipertensión arterial (HTA)”. De hecho, tal y como han apuntado, “la HTA es uno de los mayores factores de riesgo de la Disfunción Eréctil, y a su vez una de las mayores comorbilidades, lo que demuestra que la Disfunción Eréctil comparte mecanismos patogénicos con la enfermedad cardiovascular y la enfermedad aterosclerótica, que conducen a la Disfunción Endotelial”.

Del mismo modo, también se pusieron  encima de la mesa las alternativas terapéuticas existentes en el tratamiento de la Disfunción Eréctil, así como también la influencia que pueden ejercer ciertos fármacos cardiovasculares.

Fuente: Hill + Knowlton Strategies