Farmacodinamia:
JUNIMIN es una solución compuesta por cinco oligometales esenciales (zinc, cobre, manganeso, yodo, selenio).
Los oligometales se derivan normalmente de una dieta equilibrada y son necesarios para mantener el equilibrio metabólico. Sin embargo, durante la nutrición artificial es necesario el aporte de oligometales ya que la deficiencia de alguno de ellos puede generar importantes alteraciones metabólicas y clínicas.
Los oligometales son componentes esenciales de complejos necesarios para procesos fundamentales como las reacciones enzimáticas:
Zinc:
El zinc (Zn) es un nutriente esencial que interviene en el metabolismo de la energía, las proteínas, los carbohidratos, los lípidos y los ácidos nucleicos, y es un elemento esencial para la acumulación de tejidos. Forma parte de la anhidrasa carbónica en los eritrocitos, la cual es esencial para el intercambio de CO2, también forma parte de la carboxipeptidasa del intestino para la hidrólisis de las proteínas y es parte de la deshidrogenasa hepática, y se ha identificado como parte de unas 120 enzimas.
Cobre:
El cobre (Cu), es un nutriente esencial, y es un componente funcional de varias enzimas, incluyendo la citocromooxidasa, superóxido dismutasa, monoamina oxidasa y lisilo oxidasa. Es esencial como cofactor enzimático en procesos que implican la formación de tejido conectivo, el metabolismo del hierro y la hematopoesis, y la función del sistema nervioso central.
Manganeso:
El manganeso (Mn) es un cofactor de varias enzimas, incluidas la superóxido dismutasa mitocondrial y la piruvato carboxilasa, y también activa otras enzimas, como hidrolasas, quinasas y transferasas, así mismo; es necesario para activar ciertas reacciones enzimáticas y es un componente de varias metaloenzimas.
El manganeso está implicado en una serie de reacciones en procesos relacionados con la función inmunitaria, el desarrollo de los huesos y el tejido conectivo, la función reproductiva, la salud neuronal y la desintoxicación de los radicales libres, y también, interviene en la síntesis de mucopolisacáridos a través de la activación de la galactotransferasa y la polimerasa. Está implicado en la biogénesis del colesterol y en la producción del escualeno. Es necesario para la formación de protrombina.
Los efectos beneficiosos del Mn se deben a la incorporación del metal a las metaloproteínas, las cuales realizan funciones de oxidorreductasas, transferasas, hidrolasas, liasas, isomerasas y ligasas. Además, el manganeso se incorpora a las enzimas arginasa, glutamina sintetasa, fosfoenolpiruvato descarboxilasa, piruvato carboxilasa y superóxido dismutasa de manganeso.
iodo:
El iodo es un componente esencial de las hormonas tiroideas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que son necesarios para el metabolismo celular y el mantenimiento de la tasa metabólica. Es captado por la tiroides y participa en la formación de las hormonas T3 y T4, las cuales regulan el metabolismo celular, la temperatura corporal y el crecimiento y desarrollo normales.
Selenio:
El selenio (Se) es un nutriente esencial que actúa principalmente en la defensa antioxidante, antiinflamatorias e inmunológicas. El selenio funciona a través de proteínas conocidas como selenoproteínas. La selenoproteína más importante es la glutatión peroxidasa (GSH-Px), que ayuda al cuerpo a defenderse contra el estrés oxidativo al reducir el daño a la membrana celular causado por los hidroperóxidos de lípidos y el peróxido de hidrógeno.
Farmacocinética:
Los elementos trazan en JUNIMIN, infundidos en cantidades fisiológicas, deben usarse de la misma manera que los elementos absorbidos de una dieta oral.
Las diferentes etapas del metabolismo de los oligometales se pueden desglosar de la siguiente manera:
Distribución:
La distribución se lleva a cabo por proteínas, a través de un transporte sanguíneo. Entre las cuales se encuentra la albúmina (Mn, Cu, Zn, Se), ceruloplasmina (Cu), selenometionina (Se) o por transportadores no proteicos (I).
Para el almacenamiento en el que intervienen proteínas específicas: hormonas tiroideas (I), selenoproteínas (Se) o proteínas no específicas: metalotioneínas (Cu, Zn, Mn).
Zinc:
El Zinc se almacena principalmente en glóbulos rojos, glóbulos blancos, músculos, huesos, piel, riñones, hígado, páncreas, retina y próstata.
El grado de unión es del 60 al 70 % a la albúmina plasmática, del 30 al 40 % a las macroglobulinas alfa 2 o de transferencia, y del 1 % a aminoácidos como la histidina y la cisteína. La concentración plasmática máxima se produce en aproximadamente dos horas.
El 86 % del zinc corporal total es almacenado en el músculo esquelético y los huesos, y solo el 0.1 % se encuentra en el plasma, que se mantiene en una concentración estrictamente regulada de 12 a 18 mcmol/L.
Cobre:
El cobre es esencial como cofactor enzimático en procesos que implican la formación de tejido conectivo, el metabolismo del hierro y la hematopoesis, y la función del sistema nervioso central. Más del 90% del cobre en la sangre está unido a ceruloplasmina y el resto a albúmina y aminoácidos.
Manganeso:
El manganeso se distribuye rápidamente en los tejidos a traces del plasma. La vida media estimada para que el manganeso abandone el plasma es de 1 min (162). El manganeso se distribuye desde el plasma al hígado (30 % del manganeso total), riñón (5 %), páncreas (5 %), colon (1 %), sistema urinario (0,2 %), hueso (0,5 %), cerebro (0,1 %), eritrocitos (0,02 %) y el 58,18 % restante a los tejidos blandos restantes (162). El hígado, el páncreas, los huesos, los riñones y el cerebro retienen manganeso más que otros tejidos y tienen las concentraciones más altas de manganeso en el cuerpo.
Iodo:
El Iodo rara vez se presenta como elemento, sino como sal; por esta razón, se denomina yoduro y no iodo. El yoduro se absorbe rápida y casi completamente en el estómago y el duodeno.
El yodato se reduce en el tracto gastrointestinal y se absorbe como yoduro. Cuando el yoduro ingresa a la circulación, se concentra principalmente en la glándula tiroides para la síntesis de la hormona tiroidea.
La tiroides elimina alrededor del 10% del elemento total que circula en la sangre, mientras que, en las deficiencias crónicas de yodo, este porcentaje puede superar el 80%. El transporte activo de iodo a la tiroides está mediado por el simportador de yodo-sodio (NIS) y regulado tanto por la hormona estimulante de la tiroides como por la concentración de yodo en la sangre.
Selenio:
Una vez en la circulación sistémica, las concentraciones más altas de selenio se encuentran en el riñón, seguido por el hígado, el músculo y la piel en forma de selenometionina, donde puede incorporarse de manera no específica con el aminoácido metionina en las proteínas corporales. El músculo esquelético es el sitio principal de almacenamiento de selenio y representa casi el 50% del selenio total del cuerpo. Otros sitios de almacenamiento incluyen eritrocitos, bazo, corazón, uñas, esmalte de los dientes, los testículos y el esperma. El contenido total del cuerpo de selenio es de aproximadamente 13-20 mg para los adultos.
Tanto la selenocisteína como el selenito se reducen para generar seleniuro de hidrógeno, que a su vez se convierte en selenofosfato para la biosíntesis de selenoproteínas
Eliminación:
Los oligometales catiónicos (Cu, Mn, Zn) se eliminan principalmente por excreción biliar. El oligometal aniónico (I) y algunas formas oxigenadas de minerales (Se) se excretan principalmente en la orina.
Zinc:
El zinc se excreta principalmente en las heces (90%) y solo se encuentran trazas en la orina, ya que el riñón juega un papel pequeño en la regulación del contenido de Zn en el cuerpo.
Cobre:
El cobre se excreta de los enterocitos a la sangre a través de la Cu-ATPasa, ATP7A, mediante el tráfico del transportador hacia la membrana basolateral.
Dependiendo del requerimiento diario y la cantidad absorbida, hay varias formas en que el cobre se excreta del cuerpo, incluida la pérdida biliar de 0,5 a 1,3 mg/día, la pérdida urinaria (10 a 60 μg/día), la pérdida de saliva (0,38 a 0,47 mg/día), secreciones gastrointestinales (más de 1,0 mg/día) y sudor. Si la ingesta dietética de cobre es menor que el requerimiento diario, el cuerpo conserva, en lugar de excretar, cobre.
Manganeso:
La renovación del manganeso ingerido es rápida, mostrando una retención media de 10 días después de la ingestión. En el hígado, el exceso de manganeso se conjuga con la bilis y pasa al intestino para la excreción fecal, cerca del 90%. Pequeñas cantidades de conjugados de bilis- manganeso se reabsorben en la circulación enterohepática. También se pueden detectar trazas de manganeso en la orina, el sudor y la leche materna.
Iodo:
Cuando el yoduro ingresa a la circulación, la glándula tiroides lo concentra en cantidades apropiadas para la síntesis de la hormona tiroidea y la mayor parte de la cantidad restante se excreta en la orina.
Selenio:
La excreción se produce principalmente por la orina con una cantidad menor excretada en las heces.