Desde el inicio de la pandemia producida por el virus SARS-CoV-2 se han ido poniendo en marcha numerosos ensayos clínicos en todo el mundo para conseguir un tratamiento específico para la COVID-19, pero todavía no se ha logrado dar con él, ni tampoco con una vacuna, por lo que, de momento, seguimos dependiendo de las medidas de control para la infección como son el uso de mascarilla, el distanciamiento social, el lavado frecuente de manos o la cuarentena. A lo largo de estos meses, ante la situación de emergencia para combatir los síntomas producidos por el virus SARS-CoV-2, especialmente en los pacientes que sufrían problemas respiratorios graves o episodios de inflamación que ponían en riesgo su vida, los médicos han empleado medicamentos indicados para otras enfermedades, es decir, han tenido que utilizar distintos tratamientos fuera de ficha técnica, cuyo uso, dada la gravedad del problema, ha sido justificado por las distintas agencias internacionales que regulan la utilización de fármacos. A pesar de conseguir curar a muchos pacientes mediante estas prácticas, sigue siendo necesario conseguir un tratamiento efectivo. En este sentido, hace falta descubrir un agente antiviral específico para tratar a los infectados, de manera que, puedan eliminar el virus de forma óptima y evitar la transmisión posterior. Y en ello se afanan laboratorios de todo el mundo. Los primeros ensayos clínicos publicados han demostrado que “el interferón beta-1b presenta muy buena actividad contra la COVID-19, siendo realmente útil en pacientes con enfermedad leve a moderada si se administra en la primera semana a la aparición de los síntomas combinado con lopinavir-ritonavir y ribavirina”, ha explicado el Dr. José M. Miró, del Hospital Clínic de Barcelona, durante su intervención en el ciclo de webinars sobre COVID19 organizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER). Asimismo, el especialista ha manifestado que el antiviral conocido como remdesivir ha demostrado una mejora clínica significativa en ensayos clínicos aleatorizados en pacientes con neumonía moderada o grave produciendo pocos efectos secundarios. “Ante estos resultados, Japón ya ha aprobado remdesivir para pacientes infectados con SARS-CoV-2, la FDA le ha otorgado una autorización de uso de emergencia para el tratamiento de pacientes graves ingresados con Covid-19 y la EMA lo aprobará esta semana”, ha recordado el Dr. Miró. Al margen de los antivirales, la cloroquina e hidroxiclorquina son dos tratamientos antimaláricos que se han hecho famosos en medios de comunicación y redes sociales durante la pandemia, al haberse utilizado como tratamiento de emergencia para pacientes con COVID-19 en base a su eficacia in vitro. Sin embargo, los estudios publicados recientemente, basados en un ensayo clínico aleatorizado con miles de pacientes (ensayo clínico RECOVERY), han puesto en evidencia su eficacia al revelar que “su uso no disminuye el ingreso en UCI ni elimina más rápidamente el virus, con respecto a los pacientes que no recibieron hidroxicloroquina. Tampoco la administración de este antiinflamatorio reduce la muerte en pacientes con neumonía debido a la COVID-19”, tal y como ha recordado el Dr. Francis Berenbaum, del Hospital Saint-Antoine de París. Por lo que el especialista ha incidido en que los datos observacionales “no respaldan el uso rutinario de hidroxicloroquina para pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2, a pesar de que un primer momento, las pruebas de laboratorio dieron resultados muy prometedores para este fármaco que se utiliza de forma muy común para reducir la inflamación, el dolor y la hinchazón, en distintas enfermedades reumáticas”. En el encuentro organizado por la Sociedad Española de Reumatología también ha participado el Dr. César Hernandez, jefe del departamento de medicamentos de uso humano en la AEMPS, quien ha pedido “más cooperación y menos competición” en la búsqueda de un tratamiento eficaz contra la COVID-19. “Espero que una de las lecciones que nos deje esta pandemia a nivel de investigación sea la necesidad de prestar atención a los ensayos clínicos y no especular en medios de comunicación ni redes sociales con resultados que pueden no tener la suficiente evidencia científica”, ha manifestado el Dr. Hernández. A pesar de esta crítica, en lo que sí están de acuerdo todos los participantes del encuentro organizado por la SER, y son una prueba de ello, es en la capacidad y motivación de científicos y médicos de todo el mundo, que están trabajando con ahínco en el desarrollo de nuevas herramientas para vencer el virus. Gracias a su esfuerzo y dedicación se está desarrollando un conocimiento que servirá, finalmente, para conseguir tratamientos específicos y eficaces contra la COVID19 y frenar así la pandemia. Fuente: Sociedad Española de Reumatología (SER) |