¿Los perros protegen contra la enfermedad de Crohn?
VADEMECUM - 21/11/2024 PATOLOGÍASTanto los factores genéticos como los ambientales juegan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad de Crohn. Un estudio canadiense examinó ahora estos factores ambientales con más detalle. Las personas que vivieron con perros en la infancia y las de familias numerosas parecían enfermarse con menos frecuencia.
| Un estudio examina la génesis multifactorial de la enfermedad de Crohn Una predisposición genética parece desempeñar un papel importante en el desarrollo de la enfermedad de Crohn (EC). Al mismo tiempo, estudios en gemelos muestran que los factores ambientales tienen una influencia decisiva en el curso de la enfermedad. Según la hipótesis, influyen en el microbioma intestinal y, por tanto, en la respuesta inmunitaria de las mucosas y en la función de la barrera epitelial. Sin embargo, todavía no se sabe exactamente qué factores influyen en el desarrollo de la CM. Un estudio canadiense actual examinó a 4.540 familiares de primer grado asintomáticos de personas con EC. Se utilizó un cuestionario detallado para preguntar sobre posibles influencias ambientales y características demográficas. Cuatro de las variables examinadas se asociaron significativamente con el riesgo de desarrollar EC. Los perros y las familias numerosas pueden tener un efecto protector En las personas que habían vivido con un perro entre los 5 y los 15 años, el riesgo de desarrollar EC era un 39% menor que en el grupo de comparación de la misma edad. Las personas que crecieron en una familia con más de tres miembros incluso tuvieron un riesgo reducido del 57%. Por el contrario, vivir con aves aumentó el riesgo casi tres veces (HR 2,84). Además, el riesgo de desarrollar EC era dos veces mayor si el familiar de primer grado era un hermano. Varios patomecanismos juegan un papel Los investigadores examinaron con más detalle varios posibles patomecanismos. Durante mucho tiempo se ha discutido que la alteración de la permeabilidad intestinal es un factor importante en el desarrollo de la EC. Por lo tanto, a los sujetos de prueba se les administró una cantidad definida de lactosa y manitol. Mientras que el manitol se absorbe fácilmente en la pared intestinal, la lactosa, que es mucho más grande, sólo debe absorberse en pequeña medida. Si se consume mucha lactosa, esto indica una alteración de la función de la barrera intestinal. Las personas que vivían con perros tenían una permeabilidad intestinal significativamente menor. Los investigadores también examinaron las heces de los sujetos de prueba para detectar calcprotectina (FCP) como marcador de inflamación subclínica y encontraron una conexión con la convivencia con las aves. En particular, cuando personas de entre 5 y 15 años vivían con aves, los niveles de FCP superiores a 100 mg/g eran aproximadamente el doble de comunes. Sin embargo, no hubo relación entre FCP y vivir con perros o en una familia numerosa. Sin embargo, los resultados deben evaluarse con cautela ya que la cohorte era relativamente pequeña (176 personas). Mayor diversidad de microbiomas y salud intestinal Es posible que estas observaciones puedan explicarse por el microbioma. Las personas que vivían con perros entre 5 y 15 años tenían una mayor diversidad de microbiomas. También se encontró un número cada vez mayor de cepas bacterianas asociadas con una buena salud intestinal. Debilidades del estudio y conclusiones El estudio tiene varias debilidades. Las encuestas se basan en un cuestionario en el que había que recordar cierta información de forma retrospectiva. También existe la posibilidad de que no se hayan registrado factores de influencia no reconocidos. Sin embargo, los resultados respaldan un conjunto de evidencia de larga data sobre los posibles beneficios para la salud del contacto con mascotas como estrategia preventiva para las personas con mayor riesgo de desarrollar EC. Se necesitan más estudios para examinar esta conexión con más detalle. Fuente: |
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