Casi la mitad de la población española, un 48%[1], padece enfermedad venosa crónica (EVC), siendo las varices una de las manifestaciones más comunes de esta patología. Sus síntomas pueden verse empeorados con la llegada del verano y las altas temperaturas, produciendo un aumento del dolor, pesadez o cansancio que se produce en las extremidades inferiores.

La causas, síntomas y consejos para el abordaje de esta dolencia las ha tratado, recientemente, el Dr. Rodrigo Rial, presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, en el podcast de la periodista Cristina Mitre, especializado en salud, bienestar y belleza, que ha contado con el mecenazgo de Servier.

Durante su intervención, el Dr. Rial ha explicado que los factores ambientales influyen en las personas con enfermedad venosa crónica. “Si bien las causas que producen la EVC son diversas, los factores genéticos determinan mayoritariamente su aparición. Aunque también se puede observar en hasta un 40% de las mujeres embarazadas, en mujeres que toman ciertos anticonceptivos orales, estrógenos o en aquellas situaciones que requieren estar largo tiempo de pie o en sitios donde hay mucho calor”, ha señalado el Dr. Rial.

Si bien, la EVC no puede curarse, sí puede tratarse. En este sentido, existen tres pilares en los que el Dr. Rial ha hecho hincapié, para mejorar el curso de la patología: estilo de vida, tratamientos de compresión y tratamientos farmacológicos.

Estilo de vida

- Evitar permanecer de pie de forma innecesaria durante mucho tiempo o sentado, es importante realizar movimientos de los tobillos y levantarlos con frecuencia.

- Realizar ejercicio aeróbico (bicicleta, pequeños paseos, etc.) para favorecer el retorno de la sangre. Si bien aún no hay evidencia científica suficiente, los ejercicios anaeróbicos, que requieren levantamiento de peso y permanecer quitos, no son muy recomendables.

- Mantener el peso en límites normales, ya que el sobrepeso dificulta el retorno linfático.

- Dieta rica en fibra, para evitar el estreñimiento, ingerir frutas y verduras e hidratarse muy bien.

- Siempre que se pueda, es importante colocar las piernas en alto (más alto que la cadera) cuando se está en casa y acabar las duchas con agua fría.

- Evitar las prendas ajustadas y los tacones muy altos, ya que la bomba gemelar no es tan eficaz. Asimismo, los zapatos totalmente planos tampoco son recomendables.

Tratamientos de compresión

- Las medias compresivas resultan una medida efectiva, ya que producen una presión que va desde el tobillo hasta la parte proximal. De esta forma, se contrarresta el aumento de la presión en las piernas. Existen de varios tipos, en función del grado que presente la EVC.

- Para aquellos que practican deporte, son útiles las pantorrilleras, medias elásticas, mallas deportivas… ya que contribuyen a mejorar la circulación y el rendimiento deportivo.

- En el caso de los pacientes con EVC avanzada, combinada con linfedema, los tratamientos de presoterapia son muy eficaces.

Tratamiento farmacológico

-      Los tratamientos farmacológicos, como los flebotónicos, son prescritos en aquellos casos que presentan síntomas. Actúan sobre la inflamación que produce la presión de las venas.

El Dr. Rial ha finalizado su intervención destacando que, ante cualquier síntoma, es importante acudir a un especialista. “Es importante cumplir con todas las medidas higiénico-dietéticas para evitar la progresión de la enfermedad”, ha concluido.

En la página web www.areavenosa.es, además de conocer más sobre esta patología y su impacto en la calidad de vida del paciente, se puede realizar un sencillo y rápido test para evaluar el riesgo de padecerla.

Referencias