Los ratones que padecen cáncer de mama presentan un crecimiento tumoral más lento cuando se restringe la ingesta de vitamina B5. Este fue el resultado de un estudio en el que participaron investigadores del grupo de excelencia en investigación sobre el envejecimiento CECAD de la Universidad de Colonia, el Instituto Británico Francis Crick, el Laboratorio Nacional de Física Británico y el Imperial College de Londres. Los resultados del estudio se publicaron en "Nature Metabolism" [1].

Los científicos analizaron el metabolismo y los efectos del factor de transcripción Myc, un importante oncogén. Myc altera los procesos biológicos regulares en las células tumorales, promueve el crecimiento celular y hace que las células tumorales dependan de nutrientes espeíficos como la vitamina B5.

Enriquecimiento de vitamina B5 en las zonas activas de Myc.

Para investigar las complejas dependencias metabólicas en los carcinomas humanos, los investigadores desarrollaron un modelo de tumor simplificado con sólo dos tipos de células: células tumorales que brillan en verde y tienen un alto contenido de Myc, y células tumorales que brillan en rojo y contienen poca Myc.
Con esta clara división fue posible por primera vez examinar el metabolismo de diferentes tipos de células tumorales dentro del mismo tumor.

La espectrometría de masas reveló que la vitamina B5 se acumula en las áreas con Myc activo. Esto se observó tanto en ratones con tumores humanos trasplantados como en biopsias de pacientes con cáncer de mama.

La vitamina B5 como clave en el crecimiento del cáncer de mama

Cuantas más células ricas en Myc haya, mayor será la cantidad del transportador multivitamínico SLC5A6, lo que conduce a una mayor absorción de vitamina B5 en las células. Si se aumenta la producción de las moléculas que forman el transportador multivitamínico, llega más vitamina B5 a las células tumorales, incluso en las células inactivas de Myc. Esto conduce a un crecimiento acelerado de las células, similar a lo que ocurre normalmente bajo la influencia de Myc. El equipo de investigación también analizó cómo reaccionan los tumores a diferentes cantidades de vitamina B5. En ratones alimentados con una dieta baja en vitamina B5, los tumores, que tenían una mezcla de células tumorales Myc activas y Myc inactivas, crecieron más lentamente que los tumores en ratones alimentados con una dieta estándar.

La conexión con el crecimiento tumoral probablemente se deba al papel crucial de la vitamina B5 en el metabolismo de las células tumorales. Una vez absorbido por las células, se convierte en coenzima A, una molécula clave en el metabolismo celular. El aumento resultante de la producción de energía y la mayor síntesis de grasas, proteínas y carbohidratos promueven el crecimiento de las células tumorales.

Perspectivas de futuro: el control de la vitamina B5 como biomarcador y desarrollo de trazadores

Aunque el estudio muestra un vínculo entre la vitamina B5 y el crecimiento tumoral, sería demasiado simplista limitar simplemente la ingesta de vitamina B5 en personas con cáncer. Las vitaminas desempeñan un papel crucial en la defensa inmune del cuerpo contra el tumor.

Actualmente, los investigadores están desarrollando estrategias para debilitar espeíficamente los tumores sin dañar el sistema inmunológico. Este enfoque podría mejorar la perspectiva de resultados clínicos positivos para los pacientes. Dr. Peter Kreuzaler, líder de grupo del Clúster de Excelencia CECAD y ex investigador postdoctoral en el Laboratorio de Oncogenes y Metabolismo Tumoral del Instituto Crick, enfatiza: "Los ratones utilizados en este estudio tenían un sistema inmunológico debilitado, por lo que los siguientes pasos son los efectos La eliminación de la vitamina B5 se puede observar en un sistema inmunológico fuerte".

Además, controlar los niveles de vitamina B5 podría servir como biomarcador y ayudar a comprender la composición genética de un tumor. En colaboración con el King"s College de Londres, el equipo también desarrolló moléculas indicadoras especiales, los llamados trazadores, para la vitamina B5. Estos podrían usarse para identificar a los pacientes que tienen más probabilidades de responder a tratamientos específicos de Myc en ensayos clínicos.

Fuente: Gelbet