Alergia a la leche de vaca alergia alimentaria común en niños

La alergia a la leche de vaca mediada por IgE es una de las alergias alimentarias más comunes en los niños. Los alérgenos desencadenantes suelen ser la ß-lactoglobulina y la caseína. El estándar de oro para el diagnóstico es la prueba de provocación doble ciego controlada con placebo, que requiere mucho tiempo y recursos y conlleva un riesgo de anafilaxia.

El pilar del tratamiento de las alergias alimentarias sigue siendo evitar estrictamente el alimento afectado. Esto se traduce en posibles desequilibrios nutricionales y problemas de crecimiento.

Factores que influyen en el microbioma intestinal

Varios factores, como el uso de antibióticos, el parto por cesárea y los hábitos alimentarios, parecen influir en el desarrollo de las alergias. Todos estos factores están relacionados con el microbioma intestinal. La presencia de disbiosis se ha demostrado en la alergia alimentaria mediada por IgE.

El estudio examinó los procesos en el desarrollo de alergias

Por lo tanto, un estudio reciente examinó las respuestas alérgicas en una cohorte de 81 niños. Estos incluyeron 22 niños con alergia a la leche de vaca mediada por IgE, 21 niños con alergia a la leche de vaca no mediada por IgE, 15 niños con otras alergias alimentarias mediadas por IgE y 23 controles sanos.

Los científicos también utilizaron un modelo animal longitudinal en el que los ratones fueron sensibilizados a la beta-lactoglobulina. Luego, los ratones fueron sometidos a una prueba de provocación oral con leche de vaca y se examinaron diversos parámetros (niveles de anticuerpos IgE e IgG1, niveles de citoquinas IL-4 e IFN-y), así como muestras de heces. Los resultados de estos modelos de ratón se compararon con los datos del metaboloma del microbioma fecal de los niños. El objetivo era investigar los cambios moleculares para comprender la cascada de reacciones alérgicas humanas y sus mecanismos moleculares subyacentes.

Se produjeron cambios metabólicos durante la fase de sensibilización

El estudio mostró múltiples cambios metabólicos derivados de microbios, que se pueden dividir en tres grupos: 1) metabolitos microbianos tempranos que reflejan disbiosis intestinal, 2) marcadores de disbiosis e inflamación alérgica que indican la aparición de alergia a la leche de vaca IgE, y 3) marcadores de disbiosis. que reflejan inflamación crónica.

Se han observado metabolitos microbianos alterados que reflejan disbiosis intestinal durante la fase de sensibilización y controlan el desarrollo del sistema inmunológico hacia la alergia alimentaria. Los autores del estudio pudieron detectar varios cambios, incluidos los ácidos biliares, la energía y los metabolitos del triptófano, que preceden a la inflamación alérgica.

Entre otras cosas, se encontraron niveles más altos de metabolitos de triptófano y una proporción de triptófano más alta. Esto indica un sistema inmunológico activado. Los investigadores también encontraron evidencia de cambios en la permeabilidad intestinal.

Precursores de la alergia en un modelo de ratón

En caso de disbiosis persistente, los científicos mostraron niveles significativamente más bajos de esfinganina y esfingosina en los ratones, lo que conduce a una desregulación de la respuesta inmune innata y del metabolismo de los mastocitos y puede verse como un paso hacia la alergia alimentaria.

Disbiosis intestinal en niños con alergias alimentarias

Los investigadores también pudieron demostrar que estos cambios agudos causados ​​ por la sensibilización de los ratones y la inflamación alérgica también podían detectarse durante las etapas subagudas o crónicas de la enfermedad infantil. Demostraron que la alergia a la leche de vaca IgE también estaba asociada con disbiosis intestinal microbiana en los niños. Por ejemplo, detectaron cambios en los niveles de triptófano en las heces.

Tanto la composición como la diversidad microbiana en los niños diferían significativamente de los controles sanos. La disbiosis microbiana intestinal de los niños con alergia a la leche de vaca IgE también se refleja en su composición molecular gastrointestinal. Los niños alérgicos tenían más probabilidades de tener Lachoclostridium sp. adelante, mientras que los controles sanos tenían más probabilidades de estar infectados con Faecalibacterium sp., Blautia sp., Alistipes sp., Bacteroides sp. y Faecalibacterium sp. estaban pobladas.

La disbiosis intestinal ocurre antes de la inflamación alérgica

Los científicos concluyen que la disbiosis intestinal precede a la inflamación alérgica y promueve una inflamación crónica de bajo grado en los niños. Los resultados del estudio abren nuevas posibilidades en futuras estrategias de prevención y tratamiento.

Fuente: Gelbe