La implicación de los médicos de Atención Primaria (AP) en el manejo de la anemia en los pacientes que están en lista de espera para someterse a una cirugía “potencialmente sangrante” ayuda a reducir el riesgo de morbimortalidad, según ha comentado la Dra. Elvira Bisbe, del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario del Mar de Barcelona y coordinadora de Anemia Working Group España (AWGE), durante el webinar Patient Blood Management y la Optimización de la Anemia Periquirúrgica, organizado por los laboratorios Pierre Fabre.

Precisamente esta es una de las acciones que se contemplan en las estrategias de Patient Blood Management’ (PBM), una iniciativa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que tiene como principales objetivos optimizar el volumen sanguíneo, minimizar la hemorragia y ser restrictivos en la transfusión sanguínea.

“Estos objetivos buscan mejorar la evolución clínica de los pacientes y reducir la morbimortalidad. La evidencia es clara porque tanto la anemia como la transfusión son factores que aumentan la morbimortalidad”, ha detallado la doctora Bisbe, para  remarcar que la anemia perioperatoria en cirugía potencialmente sangrante, tiene una alta prevalencia y es el principal factor de riesgo para que un paciente reciba una transfusión durante el ingreso de una intervención quirúrgica.

Sin embargo, y a pesar de la importancia de las políticas de PBM, su puesta en marcha no es homogénea en toda España ya que, entre otros motivos, se requiere de la adecuada formación e implicación de muchos profesionales sanitarios de varias especialidades, entre los que se incluyen los médicos de Atención Primaria, anestesiología, ginecología, etc.

Conscientes de esta realidad, los laboratorios Pierre Fabre están llevando a cabo diversas acciones para mejorar la formación de los profesionales sanitarios de hospitales y centros de salud en esta materia como, por ejemplo, la celebración del webinar Patient Blood Management y la Optimización de la Anemia Periquirúrgica dirigido a profesionales de la salud de diversas especialidades médicas (principalmente, médicos de atención primaria y ginecólogos, pero también de otras áreas sanitarias  involucradas).

“Lo más difícil es tratar la anemia preoperatoria porque muchas veces llega el paciente al servicio de Anestesiología cuando queda una semana o pocos días para someterse al procedimiento quirúrgico y ahí es imposible poder subirle dos o tres puntos la hemoglobina, ya que para lograrlo se necesita al menos un mes. Por ello, es importante que los médicos de Atención Primaria se impliquen en este proceso porque pueden suministrar hierro oral a los pacientes que están en lista de espera para someterse a una cirugía potencialmente sangrante, mejorando así su estado durante y después de la intervención”, ha asegurado la doctora.

Además, prosigue, los médicos de familia también juegan un papel importante en el postoperatorio, porque aquellos pacientes que han sido sometidos a una cirugía sangrante deben tener una hemoglobina de control al salir del hospital y empezar un tratamiento y seguimiento durante el mes siguiente con el fin de lograr su corrección. Una labor que se puede realizar en los servicios de Atención Primaria.

Fuente: BERBĒS