El propranolol, un betabloqueante no selectivo, se ha consolidado como la primera opción para el tratamiento de los hemangiomas infantiles (HI) desde su aprobación en 2008. A pesar de su uso generalizado, persisten preocupaciones sobre posibles efectos secundarios a largo plazo, particularmente relacionados con el desarrollo cognitivo, alteraciones del sueño, crecimiento y otros efectos adversos. Un nuevo estudio realizado en EE. UU. ha confirmado la seguridad del propranolol en el tratamiento de los hemangiomas en niños. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Pediatric Dermatology.

Datos de más de 12.000 niños evaluados

Los investigadores Iraj Hasan y Zachary Zinn de la Universidad de West Virginia en Morgantown, Virginia Occidental, analizaron los posibles efectos a largo plazo de la terapia con propranolol en niños y adolescentes de entre diez y 17 años. El estudio se basó en la base de datos TrinetX, que registra a los pacientes tratados con propranolol antes de su primer año de vida. La atención se centró en riesgos potenciales como retraso en el crecimiento, problemas de sueño, dificultades de aprendizaje y diabetes mellitus.

Los científicos formaron dos cohortes: el primer grupo incluía a 1.027 niños que habían recibido propranolol, mientras que el segundo grupo estaba formado por 11.614 pacientes que no habían recibido esta terapia. La edad media en ambos grupos fue de 11,6 años.

Casi no hay consecuencias a largo plazo con la terapia con propranolol

El análisis encontró que sólo el 3,2% de los niños tratados con propranolol experimentaron dificultades de aprendizaje, en comparación con el 4,6% en el grupo de control. El riesgo de problemas de desarrollo en las habilidades académicas fue un 31% menor en aquellos tratados con propranolol desde la primera infancia. Los trastornos del sueño también fueron menos comunes en el grupo de propranolol, un 6,5% en comparación con un 8,7% en el grupo de control, una reducción del 27%, pero sin significación estadística.

Además, no se encontraron diferencias significativas en cuanto al sonambulismo, los terrores nocturnos (Pavor nocturnus) o las pesadillas. Diez pacientes de ambos grupos desarrollaron diabetes mellitus, por lo que tampoco se observaron diferencias estadísticas. El estudio tampoco mostró diferencias relevantes en el crecimiento: la altura promedio y el índice de masa corporal (IMC) del grupo de propranolol fueron comparables a los valores del grupo de control.

Propranolol como opción de tratamiento segura para los hemangiomas

Los resultados de este estudio sugieren que el tratamiento infantil con propranolol no aumenta el riesgo de efectos secundarios a largo plazo, como problemas de sueño, dificultades de aprendizaje y problemas de crecimiento. Hasan y Zinn concluyen que la terapia con propranolol es una opción segura para el tratamiento de los hemangiomas infantiles. Estos hallazgos respaldan estudios anteriores que informaron efectos positivos similares, pero que a menudo se basaban en tamaños de muestra más pequeños.

Fuente: Hasan, I. y Zinn, Z. (2024): Seguridad del tratamiento previo con propranolol para el hemangioma infantil. Dermatología Pediátrica, DOI: 10.1111/pde.15753.