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La biotecnología avanza en desarrollo de terapias clave en enfermedades renales
VADEMECUM - 13/03/2025 PATOLOGÍASSe estima que la enfermedad renal crónica (ERC) afecta aproximadamente a 850 millones de personas en todo el mundo.

Los riñones son dos órganos, aproximadamente del tamaño de un puño, ubicados justo debajo de la caja torácica. Entre sus funciones, se encargan de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, eliminar el ácido que producen las células y mantener un equilibrio saludable de agua, sales y minerales —como sodio, calcio, fósforo y potasio— en la sangre. Se estima que la enfermedad renal crónica (ERC) afecta aproximadamente a 850 millones de personas en todo el mundo. Si no se detecta ni se trata a tiempo, la ERC puede progresar a insuficiencia renal, lo que provoca complicaciones graves y mortalidad prematura. Para 2040, se proyecta que la ERC se convertirá en la quinta causa principal de años de vida perdidos, resaltando la necesidad urgente de estrategias globales para combatir esta enfermedad. Por este motivo, este año la campaña principal del World Kidney Day para conmemorar el Día Mundial del Riñón, celebrado el 13 de marzo, lleva el lema: “Are Your Kidneys OK? Detect early, protect kidney health" (¿Están bien tus riñones? Detección temprana, protege la salud renal). Detección temprana y principales retos La nefrología es la especialidad médica, rama de la medicina interna, que se ocupa del estudio de la estructura y función renal, tanto en la salud como en la enfermedad, incluyendo la prevención y tratamiento de las enfermedades renales. “Los principales retos incluyen la detección temprana y el control efectivo del rechazo, la variabilidad en la respuesta de los pacientes a los tratamientos, el manejo de las infecciones oportunistas y la necesidad de reducir la toxicidad de los inmunosupresores sin comprometer su eficacia”, explica Nila Castelló, Operations Director de Biohope, una empresa socia de AseBio establecida en 2015 y dedicada a la investigación y desarrollo de herramientas de diagnóstico in vitro (IVD) de medicina de precisión para mejorar los resultados clínicos en pacientes con enfermedades autoinmunes y afecciones inflamatorias crónicas. “El objetivo final de Biohope es ayudar a los médicos a optimizar y personalizar los tratamientos, lo que conduce a una mejor respuesta del paciente y una mayor calidad de vida”, añade Castelló. El IRYCIS, el Instituto de Investigación Sanitaria vinculado al Hospital Universitario Ramón y Cajal, también socio de AseBio, cuenta con al menos dos grupos de investigación centrados en el estudio de la fisiopatología y las enfermedades renales: el grupo de “Fisiología y fisiopatología renal y vascular” y el grupo de “Biomarcadores y dianas terapéuticas”. Ambos trabajan en el descubrimiento de nuevos mecanismos fisiopatológicos implicados en la ERC, con el objetivo de identificar biomarcadores y nuevas dianas terapéuticas, así como las complicaciones cardiovasculares asociadas. “Hemos demostrado que la presencia y actividad de la quinasa ligada a integrinas (ILK) está relacionada con el progreso de la obesidad y la resistencia a la insulina en modelos animales y cultivos celulares”, explican desde los grupos de investigación. “Las principales líneas de investigación de estos grupos incluyen el estudio de los mecanismos responsables del deterioro cognitivo y la sarcopenia en la ERC, el análisis del papel de la quinasa ligada a integrinas (ILK) en la progresión de la enfermedad y el desarrollo de nuevos moduladores farmacológicos para esta diana”, detallan desde el IRYCIS. La ILK representa una novedosa diana terapéutica en el contexto de la ERC y sus complicaciones asociadas, abriendo la puerta a futuros tratamientos más efectivos. La biotecnología y pruebas de detección temprana El World Kidney Day destaca que implementar políticas de detección temprana a nivel global es crucial para reducir los costos de atención médica asociados a la insuficiencia renal y mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, subrayan la necesidad de capacitar al personal sanitario para integrar las pruebas de ERC en la atención rutinaria de poblaciones de alto riesgo. Además, proponen incluir estas pruebas en intervenciones comunitarias existentes, realizando los análisis fuera de los entornos médicos tradicionales —como ayuntamientos, iglesias o mercados—, con el fin de aumentar el acceso y la eficiencia. La biotecnología desempeña un papel clave en la personalización de los tratamientos, el desarrollo de terapias más seguras y efectivas, y la creación de herramientas de diagnóstico avanzadas. Un ejemplo destacado es el Immunobiogram® desarrollado por Biohope, una prueba clínica que mide el efecto inmunosupresor de los fármacos sobre las células inmunitarias del paciente, lo que permite personalizar los tratamientos y reducir el riesgo de rechazo del órgano trasplantado. “Con una simple muestra de sangre, Immunobiogram® analiza cómo las células inmunes individuales del paciente responden a diferentes tratamientos inmunosupresores en el trasplante renal”, explica Castelló. “Esta herramienta ya ha sido validada clínicamente y aprobada regulatoriamente, y actualmente estamos trabajando en su introducción al mercado”, añade. Sin embargo, Castelló advierte que la incorporación de innovaciones como esta en los protocolos médicos suele ser un proceso lento y costoso. “En nefrología, los cambios en los protocolos clínicos no avanzan con la misma rapidez que en otras especialidades, como la oncología, lo que dificulta la implementación de nuevas tecnologías”, lamenta. La biotecnología desempeña un papel clave en la personalización de tratamientos, el desarrollo de terapias más seguras y efectivas, y la creación de herramientas de diagnóstico avanzadas. “También abre la puerta a la bioingeniería de órganos y tejidos, ampliando significativamente las opciones para pacientes en lista de espera para un trasplante”, asegura Castelló. El IRYCIS, por su parte, también mira hacia el futuro. “El análisis combinado de biomarcadores biológicos, junto con datos ambientales y clínicos recogidos de manera iterativa, podría anticipar el desarrollo de complicaciones renales antes de que estas se manifiesten clínicamente”, explican. El avance de la biotecnología en el ámbito de las enfermedades renales no solo promete mejorar los tratamientos actuales, sino también transformar la prevención y el diagnóstico precoz. Integrar estas innovaciones en el sistema de salud, junto con programas efectivos de detección temprana y educación sanitaria, será clave para reducir el impacto de la ERC en las próximas décadas. La colaboración entre la investigación científica, la biotecnología y las instituciones sanitarias ofrece un horizonte esperanzador para los pacientes renales y el futuro de la nefrología. Desde el IRYCIS, subrayan que “comprender la fisiopatología renal y vascular es esencial para prevenir y tratar las enfermedades renales. Los avances vendrán de muchos grupos de investigación, y en España contamos con excelentes equipos científicos”. Además, destacan el potencial de los organoides —estructuras celulares que replican funciones básicas de los órganos— como herramienta experimental para entender mejor las enfermedades renales. “En estos estudios, la biotecnología es fundamental”, concluyen. Fuente: Asebio |
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