La seguridad y la tolerabilidad de MYSIMBA® deben evaluarse en intervalos regulares.
El tratamiento debe discontinuarse si hay preocupaciones por la seguridad o tolerabilidad del tratamiento en curso, incluyendo preocupaciones sobre la elevación de la presión arterial.
El consumo del alcohol durante el tratamiento con MYSIMBA® debe minimizarse o evitarse.
Limitaciones de uso:
- No se ha establecido el efecto de MYSIMBA® sobre la morbilidad y mortalidad cardiovascular (ver, Elevación de la presión arterial y Enfermedad Cardiovascular).
- No se ha establecido la seguridad y eficacia de MYSIMBA® en combinación con otros productos destinados a la pérdida de peso, incluidos los medicamentos que se venden con receta, los medicamentos de venta libre al público y medicamentos herbolarios.
Pacientes Geriátricos (mayores de 65 años):
Los estudios clínicos de MYSIMBA® no incluyeron un número suficiente de sujetos de 65 años o más para determinar si respondían de manera diferente a los sujetos más jóvenes, pero no se puede descartar una mayor sensibilidad de algunos individuos mayores. MYSIMBA® debe usarse con precaución en pacientes mayores de 65 años y no se recomienda en pacientes mayores de 75 años (Ver: PRECAUCIONES GENERALES).
Pacientes Pediátricos (< 18 años de edad):
La seguridad y eficacia de MYSIMBA® no se han estudiado en niños y adolescentes menores de 18 años. Por lo tanto, MYSIMBA® no está indicado para uso en pacientes pediátricos (ver PRECAUCIONES GENERALES ASOCIACIÓN POTENCIAL CON CAMBIOS CONDUCTUALES Y EMOCIONALES, INCLUYENDO DAÑO AUTO INFLIGIDO).
ASOCIACIÓN POTENCIAL CON CAMBIOS CONDUCTUALES Y EMOCIONALES, INCLUYENDO DAÑO AUTO INFLIGIDO
Adultos y Pediatría
Existen informes de ensayos clínicos y de postcomercialización con inhibidores selectivos de la recaptura de la serotonina (ISRS), bupropión y otros antidepresivos más nuevos, tanto en pediatría como en adultos, eventos adversos graves de tipo agitación junto con daño auto infligido o daño a otros. Los eventos de tipo agitación incluyen: acatisia, agitación, desinhibición, labilidad emocional, hostilidad, agresión, despersonalización. En algunos casos, los eventos ocurrieron dentro de varias semanas de comenzar el tratamiento.
Se recomienda un control clínico riguroso en lo que respecta a pensamientos suicidas u otros indicadores que den la posibilidad de un comportamiento suicida en pacientes de todas las edades a los que se administró un medicamento antidepresivo. Esto incluye el monitoreo de cambios emocionales y de comportamiento de tipo agitación.
Los pacientes con trastorno depresivo mayor, tanto adultos como pediátricos, pueden experimentar un empeoramiento de su depresión y/o la aparición de pensamiento y comportamiento suicida (tendencias suicidas) o cambios inusuales en el comportamiento, estén o no tomando medicamentos antidepresivos, y este riesgo puede persistir hasta que ocurra una remisión significativa. El suicidio es un riesgo conocido de depresión y otros trastornos psiquiátricos, y estos trastornos en sí mismos son los mejores predictores de suicidio. Ha existido una preocupación por largo tiempo de que los antidepresivos pueden tener un papel en la inducción del empeoramiento de la depresión y la aparición de tendencias suicidas en ciertos pacientes durante las primeras fases del tratamiento.
Todos los pacientes tratados con antidepresivos como bupropión para cualquier indicación deben controlarse adecuadamente y observarse de cerca en cuanto a empeoramiento clínico, tendencias suicidas y cambios inusuales en el comportamiento, si aumenta o disminuye, especialmente durante los primeros meses de un tratamiento farmacológico o en momentos de cambios de dosis.
Los siguientes síntomas, ansiedad, agitación, ataques de pánico, insomnio, irritabilidad, hostilidad, agresividad, impulsividad, acatisia (inquietud psicomotora), hipomanía y manía, se han reportado en pacientes adultos y pediátricos que también están siendo tratados con antidepresivos por trastorno depresivo mayor u otras indicaciones, tanto psiquiátrica como no psiquiátrica. Aunque no se ha establecido un vínculo causal entre la aparición de tales síntomas y el empeoramiento de la depresión y/o la aparición de impulsos suicidas, existe la preocupación de que tales síntomas puedan ser precursores de una tendencia suicida emergente.
Se debe considerar cambiar el régimen terapéutico, incluyendo la posible suspensión del medicamento, en pacientes con depresión persistente o que presenten tendencias suicidas emergentes o síntomas que puedan ser precursores de un empeoramiento de la depresión o tendencias suicidas, especialmente si estos síntomas son severos, abruptos de inicio, o no fueron parte de los síntomas que presenta el paciente.
Suicidio o comportamiento suicida
MYSIMBA® contiene bupropión, un inhibidor de la recaptación de dopamina y norepinefrina, similar a algunas sustancias activas usadas para el tratamiento de la depresión. Un metaanálisis de ensayos clínicos controlados con placebo de antidepresivos en sujetos adultos con trastornos siquiátricos mostró un mayor riesgo de comportamiento suicida con antidepresivos en sujetos menores de 25 años, en comparación con placebo.
En ensayos clínicos controlados con placebo con MYSIMBA® para el tratamiento de la obesidad en pacientes adultos, no se informaron intentos de suicidio o suicidio en estudios de hasta 56 semanas de duración con MYSIMBA® (equivalente a dosis de bupropión de 360 mg/día), e ideación suicida no se reportó con mayor frecuencia en sujetos tratados con MYSIMBA®, en comparación con placebo. Se han reportado eventos suicidas (incluyendo ideación suicida) en sujetos de todas las edades tratados con naltrexona / bupropión en el período post comercialización. En estos mismos estudios, 3 (0,20%) de 1,515 pacientes tratados con placebo informaron de pensamiento suicida en comparación con 1 (0,03%) de 3,239 tratados con MYSIMBA®; un evento de pensamiento suicida en cada grupo llevó a la interrupción del fármaco del estudio. Los pacientes con antecedentes de enfermedad psiquiátrica grave, enfermedad psiquiátrica grave, incluyendo trastorno depresivo mayor grave, intento de suicidio reciente (6 meses previos), pensamiento suicida activo, hospitalización reciente debido a enfermedad psiquiátrica y pacientes que reciben medicamentos antidepresivos fueron excluidos de MYSIMBA® en fase 2/fase 3 ensayos clínicos.
La terapia con MYSIMBA® debe ir acompañada de una supervisión estrecha de los pacientes y, en particular, de pacientes adultos y aquellos con alto riesgo, especialmente al inicio del tratamiento y luego de cambios en la dosis. Los pacientes (y los cuidadores de los pacientes) deben ser alertados sobre la necesidad de monitorear cualquier empeoramiento clínico, comportamiento o pensamiento suicida y cambios inusuales en el comportamiento y buscar inmediatamente asesoría médica si estos síntomas se presentan.
Convulsiones
El bupropión, un componente de MYSIMBA®, está asociado con un riesgo de convulsiones relacionado con la dosis; la liberación sostenida (SR) de 300 mg de bupropión genera una incidencia estimada de convulsiones de 0.1%. Las concentraciones plasmáticas de bupropión y metabolitos de bupropión luego de la administración de una dosis única de 180 mg de bupropión en comprimidos de MYSIMBA®, son comparables a las concentraciones observadas luego de la administración de una dosis única de 150 mg de bupropión SR; sin embargo, no se han realizados estudios para determinar las concentraciones de bupropión y metabolitos de bupropión luego de la administración repetida de comprimidos de MYSIMBA®, en comparación con comprimidos SR de bupropión. Se desconoce si el riesgo de convulsiones con bupropión está relacionado con bupropión o con un metabolito de bupropión, y no hay datos que demuestren la comparabilidad de las concentraciones plasmáticas con la administración repetida, existe la duda si la administración de dosis repetidas de MYSIMBA®, puede estar asociada con una tasa similar de convulsiones a la de bupropión SR 300 mg.
La incidencia de convulsiones en pacientes que recibieron MYSIMBA® en ensayos clínicos fue de aproximadamente 0.06% (2/3239 sujetos), en comparación con 0.0% (0/1515 sujetos) con placebo. MYSIMBA® debe suspenderse y no reiniciarse en pacientes que experimenten convulsiones durante el tratamiento. Esta incidencia de convulsiones, junto con la incidencia de convulsiones en sujetos que recibieron MYSIMBA® en un estudio extensivo de efectos cardiovasculares (CVOT), no fue mayor a la tasa de convulsiones registrada con bupropión como agente único en las dosis aprobadas.
El riesgo de sufrir convulsiones también está relacionado con factores del paciente, situaciones clínicas y medicamentos concomitantes, los cuales deben considerarse en la selección de pacientes tratados con MYSIMBA®. MYSIMBA® debe suspenderse y no reiniciarse en pacientes que experimenten una convulsión mientras reciben tratamiento con el medicamento. Considere estos riesgos antes de iniciar el tratamiento con MYSIMBA®.
MYSIMBA® está contraindicado en pacientes con un trastorno convulsivo, diagnóstico actual o previo de anorexia nerviosa o bulimia, sometidos a interrupción abrupta de alcohol, benzodiacepinas, barbitúricos y fármacos antiepilépticos, o el uso de otros productos que contienen bupropión (ver CONTRAINDICACIONES).
Se debe tener precaución cuando se prescriba MYSIMBA® a pacientes con factores predisponentes que pueden aumentar el riesgo de convulsiones, que incluyen:
- Historial de traumatismo craneoencefálico o convulsiones, accidente cerebrovascular grave, malformación arteriovenosa, tumor o infección del sistema nervioso central o trastornos metabólicos (por ejemplo, hipoglucemia, hiponatremia, insuficiencia hepática grave e hipoxia)
- Consumo excesivo de alcohol, adicción a la cocaína o estimulantes
- Considerando que el tratamiento con MYSIMBA® puede producir una reducción de la glucosa en pacientes con diabetes, la dosis de insulina y/o medicamentos diabéticos orales debe evaluarse para minimizar el riesgo de hipoglicemia, la cual podría predisponer a los pacientes a sufrir una convulsión
- Pacientes con diabetes tratados con insulina y/o antidiabéticos orales (sulfonilureas y meglitinidas) que pueden causar hipoglucemia.
- Administración concomitante de medicamentos que pueden reducir el umbral convulsivo, incluidos antipsicóticos, antidepresivos, antimaláricos, tramadol, teofilina, esteroides sistémicos, quinolonas y antihistamínicos sedantes.
Recomendaciones para reducir el riesgo de convulsiones: la experiencia clínica con bupropión sugiere que el riesgo de convulsiones se puede minimizar al seguir la dosificación recomendada [ver DOSIS Y ADMINISTRACIÓN], en particular:
- La dosis de MYSIMBA® no debe exceder los 360 mg e bupropión por día (es decir, cuatro tabletas por día).
- La dosis diaria se administra dos veces al día.
- La dosis se intensifica gradualmente (ver tabla de dosificación en DOSIS Y ADMINISTRACIÓN).
- No se deben tomar más de dos tabletas a la vez.
- Se debe evitar la administración conjunta de MYSIMBA® con comidas con alto contenido de grasa (ver DOSIFICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN).
- Si se olvida una dosis, un paciente debe esperar hasta la siguiente dosis programada para reanudar el programa de dosificación regular.
Si se produce una convulsión:
- Se debe advertir a los pacientes que si experimentan convulsiones mientras toman MYSIMBA®, debe contactar a su médico o asistir a urgencias de un hospital de inmediato.
- Deben dejar de tomar MYSIMBA®. El tratamiento no debe reiniciarse si un paciente ha experimentado una convulsión.
Interferencia con la acción de los productos que contiene opiáceos
Los pacientes que toman MYSIMBA® pueden no beneficiarse de los medicamentos que contienen opioides, como medicamentos para la tos, el resfrío, antidiarreicas y analgésicos opioides. Cuando esté disponible una alternativa que no contenga opiáceos, se debe usar.
Pacientes que reciben analgésicos opiáceos
Vulnerabilidad a la sobredosis de opioides: MYSIMBA® no debe administrarse a pacientes que reciben opioides de manera crónica, debido al componente de naltrexona, que es un antagonista de los receptores opioides (ver CONTRAINDICACIONES). Si se requiere terapia crónica con opiáceos, se debe suspender el tratamiento con MYSIMBA®. En pacientes que requieren tratamiento con opiáceos intermitentes, el tratamiento con MYSIMBA® debe suspenderse temporalmente y la dosis del opiáceo no debe aumentarse por sobre la dosis estándar. Pueden necesitarse dosis más bajas de opioides. Se debe advertir a los pacientes que pueden ser más sensibles a los opioides, incluso a dosis más bajas, una vez que se interrumpe el tratamiento con MYSIMBA®.
Intento de superar el bloqueo:
Un intento por parte de un paciente de superar cualquier bloqueo de naltrexona mediante la administración de grandes cantidades de opioides exógenos es muy peligroso y puede conducir a una sobredosis fatal o intoxicación por opioides potencialmente mortal (por ejemplo, paro respiratorio, colapso circulatorio). Se debe informar a los pacientes sobre las graves consecuencias de tratar de superar el bloqueo de los opiáceos. Los pacientes deben estar conscientes que pueden estar más sensibles a dosis menores de opiáceos luego de discontinuar el tratamiento con MYSIMBA®.
Retiro precipitado de opiáceos: los síntomas de la abstinencia espontánea de opiáceos, que están asociados con la interrupción del uso de opioides en un individuo dependiente, son incómodos, pero en general no se cree que sean graves o que requieran hospitalización. Sin embargo, cuando la abstinencia se precipita abruptamente, el síndrome de abstinencia resultante puede ser lo suficientemente grave como para requerir hospitalización. Para prevenir la aparición de abstinencia precipitada en pacientes dependientes de opioides o la exacerbación de síntomas de abstinencia subclínica preexistentes, los pacientes dependientes de opiáceos, incluidos los tratados por dependencia del alcohol, deberían estar libres de opiáceos (incluido el tramadol) antes de comenzar el tratamiento con MYSIMBA®.
Se recomienda un intervalo libre de opioides de un mínimo de 7 a 10 días para los pacientes que anteriormente dependían de opiáceos de acción corta, y aquellos pacientes en transición de la buprenorfina o la metadona pueden necesitar hasta dos semanas. Los pacientes deben ser conscientes de los riesgos asociados a la abstinencia precipitada de opiáceos y se les debe invitar a dar una fecha precisa del último uso de estos.
Reacciones alérgicas
En ensayos clínicos con bupropión se han reportado reacciones anafilactoides/anafilácticas caracterizadas por síntomas como prurito, urticaria, angioedema y disnea, que requirieron tratamiento médico. Además, ha habido reportes espontáneos raros post comercialización de eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y choque anafiláctico asociado con bupropión. Si un paciente experimenta reacciones anafilactoides/anafilácticas (p. ej., exantema cutáneo, prurito, urticaria, dolor torácico, edema y falta de aliento) durante el tratamiento, debe suspender MYSIMBA® y consultar un médico.
Se ha reportado artralgia, mialgia y fiebre con exantema y otros síntomas sugerentes de hipersensibilidad retardada en asociación con bupropión. Estos síntomas pueden ser semejantes a una enfermedad del suero. Se debe recomendar a los pacientes de notificar a su médico tratante si experimentan estos síntomas. Si se sospecha de enfermedad del suero, MYSIMBA® debe discontinuarse.
Elevación de la presión arterial
En ensayos clínicos con MYSIMBA® se observaron aumentos medios, tempranos y pasajeros, en comparación con los valores basales, en la presión sistólica y diastólica de hasta 1 mmHg. En la práctica clínica con otros productos que contienen bupropion, se ha reportado hipertensión, en algunos casos grave y que requirió tratamiento agudo.
MYSIMBA® puede causar un aumento en la presión arterial sistólica y/o diastólica, así como un aumento en la frecuencia cardíaca en reposo. En la práctica clínica con otros productos que contienen bupropión, se ha reportado hipertensión, en algunos casos severa y que requiere tratamiento de forma inmediata. La significancia clínica del incremento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca observados en el tratamiento con MYSIMBA® no está clara, especialmente en pacientes con enfermedad cardíaca y cerebrovascular, ya que los pacientes con antecedentes de infarto al miocardio o accidente cerebrovascular en los 6 meses previos, arritmias potencialmente mortales o la insuficiencia cardíaca congestiva se excluyeron de los ensayos clínicos de MYSIMBA®.
La presión arterial y el pulso se deben medir antes de comenzar la terapia con MYSIMBA® y se deben monitorear en intervalos regulares consistentes con la práctica clínica habitual (ver DOSIS Y ADMINISTRACIÓN) en especial en pacientes con enfermedades cardíacas o cerebrovasculares. Si los pacientes experimentan aumentos clínicamente relevantes y sostenidos en la presión arterial o la frecuencia del pulso como resultado del tratamiento con MYSIMBA®, se debe suspender. MYSIMBA® no debe administrarse a pacientes con hipertensión no controlada (ver CONTRAINDICACIONES) y debe administrarse con precaución en pacientes con hipertensión controlada.
Entre los pacientes tratados con MYSIMBA® en ensayos clínicos controlados con placebo, el promedio de la presión arterial sistólica y diastólica fue aproximadamente 1 mmHg más alta que el valor inicial en las semanas 4 y 8, similar al valor inicial en la semana 12 y aproximadamente 1 mmHg por debajo del valor inicial entre las semanas 24 y 56. Por el contrario, entre los pacientes tratados con placebo, la presión arterial media fue aproximadamente de 2 a 3 mmHg por debajo del valor inicial en los mismos puntos de tiempo, produciendo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en cada evaluación durante este período. Las mayores diferencias de medias entre los grupos se observaron durante las primeras 12 semanas (diferencia de tratamiento +1.8 a +2.4 mmHg sistólica, todas p <0.001; +1.7 a +2.1 mmHg diastólica, todas p <0.001; última observación-realizada
En subgrupos que experimentaron una pérdida de peso significativa (al menos 5% de pérdida de peso desde la línea base en la semana 16 de tratamiento), la presión sistólica y diastólica media fue aproximadamente 1 mmHg sobre el nivel basal en la semana 4 en pacientes tratados con MYSIMBA® y aproximadamente 2 mmHg por debajo tratado con placebo Entre las semanas 8 y 56 del tratamiento, los niveles promedios de presión arterial sistólica variaron de cero a aproximadamente 3 mmHg por debajo del valor inicial en los pacientes tratados con MYSIMBA® y aproximadamente 3 - 5 mmHg por debajo del valor inicial para los tratados con placebo; y la presión arterial diastólica promedio varió de ningún cambio a aproximadamente 2 mmHg por debajo del valor inicial en los subgrupos de pacientes tratados con MYSIMBA® y aproximadamente 3 - 4 mmHg por debajo del valor inicial en los tratados con placebo.
En los subgrupos que no experimentaron una pérdida de peso significativa, los niveles de presión arterial sistólica y diastólica en pacientes tratados con MYSIMBA® fueron aproximadamente 1 mmHg más altos que los valores basales en la semana 4 y 8, y similares a los valores basales entre la semana 12 y 56 del estudio. En pacientes tratados con placebo, los niveles de presión arterial fueron aproximadamente 1-2 mmHg por debajo del valor inicial durante las 56 semanas de estudio.
Las diferencias en la presión arterial con MYSIMBA® en comparación con los pacientes tratados con placebo fueron mayores en el subgrupo de pacientes con pérdida de peso significativa que en el subgrupo sin pérdida de peso significativa.
Para la frecuencia cardíaca, en las semanas 4 y 8, el promedio fue significativamente más alta (2.1 lpm) en el grupo MYSIMBA® en comparación con el grupo placebo; en la semana 52, la diferencia entre los grupos fue de +1.7 lpm (p <0.001; última observación realizada).
En los subgrupos que experimentaron una pérdida de peso significativa (al menos 5% de pérdida de peso desde el inicio a la semana 16 del tratamiento), durante las 56 semanas del estudio, la frecuencia cardíaca promedio varió de cero a aproximadamente 2 lpm por encima de la línea base al inicio en pacientes tratados con MYSIMBA® comparados con. Aproximadamente de 1-3 lpm por debajo de la línea base en pacientes tratados con placebo.
En los subgrupos que no experimentaron una pérdida de peso significativa, las frecuencias cardíacas promedio variaron aproximadamente 1 - 3 lpm por encima de la línea de base en MYSIMBA® y desde cero hasta aproximadamente 2 lpm por arriba de la línea base en el grupo de placebo durante las 56 semanas del estudio.
Las diferencias en la frecuencia cardíaca en MYSIMBA® en comparación con los pacientes tratados con placebo fueron mayores en el subgrupo de pacientes con pérdida de peso significativa que en el subgrupo sin pérdida de peso significativa.
En un subestudio ambulatorio de monitorización de la presión arterial de pacientes con obesidad (MYSIMBA® N = 79, placebo N = 38), el cambio promedio desde la línea base en la presión arterial sistólica promedio de 24 horas después de 52 semanas de tratamiento fue de -0.2 mmHg para el grupo MYSIMBA® y -2.8 mmHg para el grupo placebo (diferencia de tratamiento, +2.6 mmHg, p = 0.08); el cambio medio en la presión arterial diastólica promedio de 24 horas fue de +0.8 mmHg para el grupo MYSIMBA® y de -2.1 mmHg para el grupo placebo (diferencia de tratamiento, +2.9 mmHg, p = 0.004).
Un mayor porcentaje de sujetos en el grupo MYSIMBA® en comparación con el grupo placebo tuvo reacciones adversas de hipertensión (5.9% vs 4.0%, respectivamente) y de taquicardia (0.7% vs 0.2%, respectivamente). Se observaron mayores incidencias de estos eventos en MYSIMBA® versus placebo en pacientes con y sin evidencia de hipertensión preexistente, y en ambos pacientes con o sin pérdida de peso significativa (es decir, pérdida de al menos 5% del peso basal en la semana 16 de tratamiento). En un ensayo que incluyó personas con diabetes, el 12.0% de los pacientes en el grupo MYSIMBA® y el 6.5% en el grupo placebo tuvieron una reacción adversa hipertensión; también, una mayor incidencia de sujetos con MYSIMBA® que placebo tuvo reacciones adversas de la frecuencia cardíaca aumentadas (0.6% vs 0%, respectivamente), taquicardia (1.2% vs 0%, respectivamente) y taquicardia sinusal (0.3% vs 0 %, respectivamente).
El efecto de MYSIMBA® sobre la morbilidad y mortalidad cardiovascular no ha sido establecido.
Enfermedad cardiovascular
No existe experiencia clínica para establecer la seguridad de MYSIMBA® en pacientes con antecedentes recientes de infarto al miocardio, enfermedad cardíaca inestable o insuficiencia cardíaca congestiva de clase III o IV NYHA. MYSIMBA® debe usarse con precaución en pacientes con enfermedad arterial coronaria activa (por ej., angina en curso o antecedente reciente de infarto al miocardio) o antecedente de enfermedad cerebrovascular.
Abuso o Dependencia de Fármacos
MYSIMBA® no se ha estudiado sistemáticamente en humanos por su potencial de abuso, tolerancia o dependencia física. Sin embargo, en estudios clínicos en pacientes ambulatorios de hasta 56 semanas de duración, no hubo evidencia de intoxicación por fármacos eufóricos, dependencia física o abuso. No hubo evidencia de síndrome de abstinencia después de la interrupción abrupta o gradual del fármaco después de 56 semanas de tratamiento aleatorizado doble ciego, controlado con placebo.
Naltrexona es un antagonista opiáceo puro. No conduce a la dependencia física o psicológica. La tolerancia al efecto antagonista del opiáceo no se sabe que ocurra.
Datos en animales sugieren un potencial de abuso de bupropión. Sin embargo, estudios sobre propensión al abuso en humanos y la experiencia clínica extensiva muestran que bupropión tiene un bajo potencial de abuso. Los ensayos clínicos controlados de bupropión (formulación de liberación inmediata) realizados en voluntarios normales, en sujetos con antecedentes de abuso múltiple de drogas y en sujetos deprimidos mostraron algún aumento en la actividad motora y la agitación/excitación. En una población de individuos experimentados con abuso de drogas, una dosis única de 400 mg de bupropión produjo actividad similar a la anfetamina leve en comparación con placebo. Sin embargo, no se conocen los resultados en ensayos clínicos que predigan de manera confiable el potencial de abuso de los medicamentos. No obstante, la evidencia de los estudios de dosis única sugiere que la dosis diaria recomendada de bupropión cuando se administra en dosis divididas no es probable que se refuerce significativamente a los consumidores de anfetaminas o estimulantes del Sistema Nervioso Central (SNC).
Endocrino y Metabolismo
Riesgo potencial de hipoglucemia en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en terapia antidiabética.
La pérdida de peso puede aumentar el riesgo de hipoglucemia en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 tratados con insulina y/o secretagogos de insulina (por ejemplo, sulfonilureas). MYSIMBA® no se ha estudiado en combinación con insulina en ensayos clínicos de fase 2/fase 3.
La medición de los niveles de glucosa en sangre antes de comenzar MYSIMBA® y durante el tratamiento MYSIMBA® se recomienda en pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Se debe considerar la disminución de las dosis para medicamentos antidiabéticos que no dependen de la glucosa para mitigar el riesgo de hipoglucemia. Si un paciente desarrolla hipoglucemia después de iniciar con MYSIMBA®, se deben hacer los cambios apropiados al régimen de medicamentos antidiabéticos.
Hepatotoxicidad
En estudios clínicos completados con MYSIMBA®, las dosis diarias de naltrexona clorhidrato variaron de 16 mg a 48 mg. Se han observado casos de enzimas hepáticas elevadas con el uso de MYSIMBA® en reportes post comercialización. Un paciente con sospecha de daño hepático inducido por el fármaco (DILI) debe suspender MYSIMBA®.
Se observaron casos de hepatitis y disfunción hepática clínicamente significativa en asociación con la exposición a naltrexona durante ensayos clínicos de naltrexona y en informes posteriores a la comercialización para pacientes que usan naltrexona. También se observaron elevaciones de transaminasas hepáticas transitorias asintomáticas.
Cuando los pacientes presentaban elevadas transaminasas, a menudo se identificaron otras etiologías causales o contribuyentes potenciales, que incluían hepatopatía alcohólica preexistente, infección por hepatitis B y/o C y el uso concomitante de otros fármacos potencialmente hepatotóxicos. Aunque la disfunción hepática clínicamente significativa no suele reconocerse como una manifestación de la discontinuación de opiáceos, la discontinuación de opiáceos precipitada abruptamente puede provocar secuelas sistémicas, incluida la lesión hepática aguda.
MYSIMBA® está contraindicado en la insuficiencia hepática severa (ver CONTRAINDICACIONES). Se debe advertir a los pacientes sobre el riesgo de lesión hepática y aconsejarles que busquen atención médica si experimentan síntomas de hepatitis aguda. El uso de MYSIMBA® debe suspenderse en caso de síntomas y/o signos de hepatitis aguda.
En los ensayos clínicos con MYSIMBA®, no hubo casos de transaminasas elevadas mayores de tres veces el límite superior de la normalidad (LSN) junto con un aumento de la bilirrubina mayor de dos veces el LSN; sin embargo, 1/4455 sujetos tratados con MYSIMBA® en un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en sujetos con sobrepeso y obesidad con factores de riesgo cardiovascular experimentaron un evento grave de lesión hepática inducida por los fármacos que condujo a la interrupción.
Pacientes geriátricos
Los estudios clínicos de MYSIMBA® no incluyeron una cantidad suficiente de sujetos de 65 años o más para determinar si responden en forma diferente a los sujetos más jóvenes. Los pacientes mayores pueden ser más sensibles a las reacciones adversas de MYSIMBA® en el sistema nervioso central. Se sabe que naltrexona y bupropión se excretan principalmente a través del riñón y que el riesgo de reacciones adversas a MYSIMBA® puede ser mayor en pacientes con insuficiencia renal, condición que es más común en individuos mayores. Considerando estas razones, MYSIMBA® debe usarse con precaución en pacientes mayores de 65 años y no se recomienda en pacientes mayores de 75 años.
Fármacos metabolizados por CYP2D6
Los fármacos que requieren activación metabólica por CYP2D6 para ser eficaces (por ejemplo, tamoxifeno), pueden tener una eficacia reducida cuando se administran de forma concomitante con inhibidores de CYP2D6 tales como bupropión. Por lo tanto, MYSIMBA® no debe usarse en combinación con tamoxifeno y deben considerarse otras opciones de tratamiento (ver INTERACCIONES CON MEDICAMENTOS).
Oftalmológico
Glaucoma de ángulo cerrado
La dilatación pupilar que ocurre después del uso de muchos fármacos antidepresivos, incluido el bupropión, un componente de MYSIMBA®, puede desencadenar un ataque de ángulo cerrado en pacientes con ángulos anatómicamente estrechos que no tiene una iridectomía patente.
Síntomas neuropsiquiátricos y activación de Manía
Se ha reportado activación de manía e hipomanía en pacientes con trastornos del estado de ánimo que recibieron otros medicamentos similares para el tratamiento de un trastorno depresivo mayor. Bupropión, un componente de MYSIMBA®, es un medicamento utilizado para el tratamiento de la depresión. El tratamiento antidepresivo puede precipitar un episodio maníaco, mixto o hipomaníaco. El riesgo parece aumentar en pacientes con trastorno bipolar o que tienen factores de riesgo para el trastorno bipolar. Antes de iniciar MYSIMBA®, monitoree a los pacientes para identificar su historial de trastorno bipolar y la presencia de factores de riesgo para el trastorno bipolar (por ejemplo, antecedentes familiares de trastorno bipolar, suicidio o depresión). MYSIMBA® no está aprobado para su uso en el tratamiento de la depresión bipolar. No se informó activación de manía o hipomanía en los ensayos clínicos que evaluaron los efectos de MYSIMBA® en pacientes con obesidad; que excluyeron a sujetos que recibían antidepresivos. MYSIMBA® debe usarse con precaución en pacientes con antecedentes de manía. Sin embargo, los pacientes que recibieron medicamentos antidepresivos y pacientes con antecedentes de trastorno bipolar u hospitalización reciente debido a una enfermedad psiquiátrica fueron excluidos de los ensayos clínicos de MYSIMBA®.
Alucinaciones
Se ha informado que los pacientes con depresión mayor tratados con bupropión muestran una variedad de signos y síntomas neuropsiquiátricos que incluyen ideas delirantes, alucinaciones, psicosis, trastornos de la concentración, paranoia y confusión.
En un ensayo multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo a largo plazo en sujetos con sobrepeso y obesidad con factores de riesgo cardiovascular, los eventos adversos emergentes de tratamiento de la alucinación (incluidos los eventos de alucinación auditiva y alucinación visual) llevaron a la interrupción prematura en 14/4455 (0.3%) de pacientes en el grupo MYSIMBA® y 0/4450 sujetos en el grupo placebo. En los ensayos de Fase 2/3 de MYSIMBA®, se informaron eventos de alucinación emergentes del tratamiento para 2/2545 (<0.1%) sujetos en el grupo MYSIMBA®, uno de ellos suspendió debido al evento y 0/1515 sujetos en el grupo placebo.
Sensibilidad/resistencia
Reacciones alérgicas: se han notificado reacciones anafilácticas caracterizadas por síntomas tales como prurito, urticaria, angioedema y disnea que requieren tratamiento médico, en ensayos clínicos con bupropión han sido reportadas. Además, ha habido pocos informes espontáneos posteriores a la comercialización de eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson y shock anafiláctico asociado con bupropión. Indique a los pacientes que suspendan MYSIMBA® y consulten a su médico si desarrollan una reacción alérgica o anafilactoide (por ejemplo, erupción cutánea, prurito, urticaria, dolor en el pecho, edema o dificultad para respirar) durante el tratamiento.
Se han notificado artralgias, mialgias, fiebre con erupción cutánea y otros síntomas sugestivos de hipersensibilidad retardada en asociación con bupropión. Estos síntomas pueden parecerse a la enfermedad del suero.
Insuficiencia hepática
MYSIMBA® no se ha evaluado en sujetos con insufciencia hepática. Según la información disponible para los constituyentes individuales, la exposición sistémica es significativamente más alta para bupropión y metabolitos (de dos a tres veces), y naltrexona y metabolitos (hasta 10 veces más) en sujetos con insuficiencia hepática moderada a severa. Por lo tanto, la dosis diaria máxima recomendada de MYSIMBA® es de una tableta en la mañana en pacientes con insuficiencia hepática de leve a moderada (VER ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES, secciones Hepática Y DOSIS Y ADMINISTRACIÓN). Todos los pacientes con insuficiencia hepática deben controlarse estrechamente para detectar posibles efectos adversos (p. Ej., insomnio, sequedad de boca, convulsiones) que podrían indicar niveles elevados de fármaco o metabolito.
MYSIMBA®, está contraindicado en pacientes con insuficiencia hepática grave (ver DOSIS Y ADMINISTRACIÓN Y CONTRAINDICACIONES). En pacientes con insuficiencia hepática leve, la dosis diaria máxima recomendada de MYSIMBA® debe reducirse, ya que estos pacientes pueden tener concentraciones más elevadas del fármaco que podrían resultar en un aumento en las reacciones adversas al fármaco.
Insuficiencia renal
No se ha realizado un estudio farmacocinético específico para MYSIMBA® en sujetos con insuficiencia renal. Según la información disponible para los componentes individuales, la exposición sistémica es significativamente más alta para bupropión y metabolitos (de dos a tres veces) y naltrexona y metabolitos en sujetos con insuficiencia renal de moderada a grave. Por lo tanto, la dosis máxima recomendada de mantenimiento diario para MYSIMBA® es de dos tabletas (una tableta en mañana y una en la noche) en pacientes con insuficiencia renal moderada o grave. MYSIMBA® está contraindicado en pacientes con enfermedad renal en etapa terminal. No es necesario ajustar la dosis en pacientes con insuficiencia renal leve. En individuos que tienen mayor riesgo de sufrir insuficiencia renal, en especial pacientes con diabetes o adultos mayores, se debe evaluar la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR) antes de iniciar la terapia con MYSIMBA®. Existe una falta de información adecuada para guiar la dosificación de MYSIMBA® en pacientes con insuficiencia renal leve. Todos los pacientes con insuficiencia renal deben controlarse estrechamente para detectar posibles efectos adversos (p. Ej., Insomnio, sequedad de boca, convulsiones) que podrían indicar niveles elevados de fármaco o metabolito (ver DOSIS Y ADMINISTRACIÓN Y CONTRAINDICACIONES).
Influencia en la capacidad de conducir y usar máquinas
El uso de MYSIMBA® ha estado asociado con somnolencia y episodios de pérdida de la conciencia, algunas veces causadas por convulsiones. El paciente debe ser advertido de tener precaución al conducir u operar máquinas durante el tratamiento con MYSIMBA®, especialmente al comienzo del tratamiento o durante la fase de titulación. Se debe aconsejar a los pacientes que experimentan mareos, somnolencia, pérdida de conciencia o convulsiones que eviten conducir u operar máquinas hasta que estos efectos adversos se hayan resuelto. En forma alternativa se podría considerar suspender el tratamiento.
Lactosa
Pacientes con problemas hereditarios raros de intolerancia a la galactosa, deficiencia de lactasa o malabsorción de glucosa-galactosa no deben tomar este medicamento