IRA o Infección Respiratoria Aguda es un concepto que podemos desconocer pero con el que estamos más relacionados de lo que creemos. Frente a este término, conceptos como resfriados, neumonías u otitis media sí que pueden sernos familiares durante esta época del año. Todos ellos son ejemplos de infecciones respiratorias.

Estas infecciones están causadas por virus o bacterias, pero existen factores externos que predisponen a su propagación. Por un lado, estarían los ambientales como la contaminación, los cambios bruscos de temperatura, contacto con personas infectadas o una mala ventilación. Otro factor sería el individual, es decir, la edad, la nutrición o las infecciones previas de la persona.

Existen diferentes síntomas a los que estar atentos durante esta época del año. Dependiendo de ellos podremos ver la gravedad de la infección por lo que siempre hay que acudir a un médico para un diagnóstico adecuado.  

La gran variedad de factores que causan estas infecciones hacen que la IRA sea una de las patologías más comunes y prevalentes en la población, sobre todo en personas jóvenes y ancianas.  Por ejemplo, como media, un niño puede padecerla hasta 6 veces al año.[1]

Por ello debemos prepararnos para que, en caso de que un miembro de la familia contraiga esta enfermedad, tener a mano la mejor ayuda. La homeopatía nos ofrece una gran variedad de medicamentos útiles para tratar los síntomas derivados de esta patología.[2] Por ejemplo, los medicamentos homeopáticos son comúnmente usados para la tos. Además estos medicamentos están incluidos en el consejo de los profesionales sanitarios para el tratamiento de sintomatologías en pacientes de todas las edades.

En todo caso siempre que se quiera usar homeopatía deberemos consultar con nuestro médico o farmacéutico. Si no conoces un médico homeópata puedes encontrar uno cercano a tu domicilio en este enlace.